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miércoles, 12 de octubre de 2011

Extras en su vida


"Si un fotógrafo no siente el dolor de las víctimas, no podrá transmitir con decencia nada de su trabajo, por muchos premios que gane"
Gervasio Sanchez

Un lugar, un pueblo o un intento de ciudad, al final un escenario con personajes dispuestos para sostener nuestro acto diario de intentar vivir. Esos personajes para nosotros son a veces solo eso: caras sin historia y, a su vez, nosotros venimos a ser extras en su tarima, en su lugar. Llevan años siendo solo escenografía para nosotros cuando en realidad ellos son los dueños de ese espacio, son los que construyen y enseñan sobre la vida.  
Dayro

Está en las esquinas cerca del parque de San Francisco, para algunos puede ser alguien que estorba y hace de esa calle un caos similar al centro de una ciudad capital, pero ese es su sitio, su lugar en el mundo. Trabajar de 7 de la mañana a 6 de la tarde, o hasta que termine de vender la última fresa, o el último aguacate: esa es su vida, con eso sostiene a su familia y como puede sale adelante. Es amable, a todos les regala un minutico para apreciar el rojo de sus fresas regadas en la carreta, ofrece una prueba así usted no le compre nada. Él sabe que esto es una inversión y algún día alguien que siempre pasó de largo frente a él parará y comprará la libra de fresa a 1.000 pesos.

Carlos Emilio Bedoya Rendón
Su cara es dura y siempre que esperamos a alguien en el atrio o pasamos atravesando el centro está ahí. En su 'chasita' no tienen mucho, solo algunos dulces que podrían contar más de una historia puestos en sus cajoncitos. Él hace cinco años perdió su pierna a causa de una enfermedad y por eso ya no puede trabajar jornaleando o en construcciones. Ahora le toca buscarse la vida vendiendo dulces y ya junta 12 años de labor.

Orlando de Jesús Ramirez Valencia
Se le ve rondar las calles de Rionegro pero más se le ve sentado sobre su costal de trapos y objetos que aparentemente no tienen valor, que nunca deja. Se le ve también sentado ahí con una agenda café y un lapicero, porque él es dibujante, dibuja a su muy único estilo, como todos los grandes. Pinta con tres colores que también tiene y le gusta mucho; muestra con mayor facilidad sus dibujos que su voz, no habla mucho, cuenta su historia a través de los animales y carros en la agenda y a veces, pero siempre entre dientes, se le oye decir su nombre. Así pasemos por su lado, y algunos lo vean como un indigente, él es un artista.

Jorge
“Hola, como está de bonita hoy, que le vaya muy bien…” Mientras uno cruza la calle se escucha de su boca; no perdona mujer que pase a su lado, siempre dice algo agradable, aprovecha su puesto al lado de las busetas urbanas para admirar. Dice ser una persona feliz, no tiene por qué no serlo, se dedica a eso, no puede pedir más, sobrevive con lo que gana ahí. Sabe que así ninguna mujer le responda y siempre se gane una que otra mirada de enojo, antes que fastidiar, intenta levantar un poco el ánimo y hacer salir hermosas sonrisas.